lunes, 9 de julio de 2007

Entrando en calor

Escribe: Profesor Marcelo Salazar


Muchas veces, por diversas razones, decidimos comenzar un plan de ejercitaciones físicas, fundamentalmente para mejorar nuestra calidad de vida. Porque unos amigos realizan, me contagio y quiero comenzar. Porque vi en alguna parte a personas ejercitándose y me dio un poco de culpa no hacer nada por mi organismo. Y lo que es peor, porque el médico me envió directo a ejercitarme pues mi salud está en riesgo.
Lo bueno sería que esa conciencia de salud la tengamos siempre, desde niños, pero si en casa no educamos con el ejemplo, es difícil inculcar esa conducta y establecer ese hábito tan importante como lo es el ejercicio físico.
La O.M.S. (Organización Mundial de la Salud) define la Salud como el estado de completo bienestar físico, social y psicológico, no solo la ausencia de enfermedades.
Sería bueno tener en cuenta esto.

Luego que nos decidimos a realizar alguna actividad física, no debemos pasar por alto algunos pasos importantes que debemos dar.

Chequeo médico.
Asesoramiento técnico sobre la actividad que me gustaría realizar.
Indumentaria adecuada, fundamentalmente el calzado.
Cargarme de energía y ADELANTE.

Pero alto!!!
Al comenzar cualquier actividad física debemos realizar una buena ENTRADA EN CALOR. Pero ¿cuál es su objetivo?
El objetivo principal de la entrada en calor o calentamiento es preparar el cuerpo y la mente para la actividad que voy a realizar. Esto mejorará mi rendimiento y además me ayudará a prevenir lesiones.
¿Y cómo pasa esto?
Según el Cooper Institute for Aerobics Research de Dallas, numerosas lesiones y ciertos problemas cardíacos como algunas arritmias, están asociados a la ejercitación violenta sin mediar un adecuado calentamiento.
Lo explico fácilmente: la sangre es la encargada de transportar el oxígeno que necesitan los músculos para producir energía “aeróbica”. En estado de reposo el corazón bombea unos 5 litros de sangre por minuto de los cuales un 20% va hacia los músculos, un 14% hacia el cerebro, el 27% al hígado, el 22% a los riñones y el resto hacia otros lugares del cuerpo. Sin embargo, al ejercitarnos, el corazón puede bombear hasta 27 litros por minuto y la distribución de la sangre cambia notoriamente, siendo los músculos más implicados los que se llevan el 84% de ese caudal.
Por lo tanto podemos deducir que si este proceso no se hace en forma lenta, el rendimiento físico se verá afectado, pues al estar los músculos mal irrigados, la producción de energía se realizará en ausencia de oxígeno, lo que condicionará nuestro rendimiento. La entrada en calor permite un gradual ascenso del ritmo cardíaco, aumenta la temperatura de los músculos, permite que las articulaciones se lubriquen lo que me posibilitará movimientos más amplios y fluidos, por lo tanto mejorará mi relacionamiento con el cuerpo y por ende me sentiré mucho mejor.
Comience ejercitándose suavemente, si va a realizar algún deporte, trote unos minutos, realice ejercicios de elongación y practique suavemente la técnica del deporte a realizar.
¿Qué más?
DISFRUTE DE SU ACTIVIDAD y sea feliz.

1 comentario:

andreina dijo...

hola profe que tal queria comentarle que me gusto mucho su pagina y ojala que pueda contajiar a muchas personas a que realizen actividad fisica.suerte!estan muy lindas las fotos va a tener que poner alguna del liceo del carmen.bueno profe que pase lindo saludos andreina